Mañana es día de huelga, una huelga que pocos ciudadanos comparten, pero sufrirán. En una huelga de y para los sindicatos. La ciudadanía cree mayoritariamente que estos después de las llamadas a negociación y de las medidas instauradas en este país, han quedado con el culo al aire y con menos peso social.
Ante esto y como único recurso han montado esta huelga para hacerse ver y decirnos que están ahí. Y eso lo sabemos todos, pero probablemente para recuperar el espacio perdido, tengan que cambiar de formas, deban eliminar la figura del "liberado", pongan el hombro como es debido y trabajen en las defensas sociales de forma altruista, con sus horas sindicales, pero sin más.
Solo así el sindicalismo volverá a ser lo que era.
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